
Nota: Aunque algunos recomiendan lavar su bolso a máquina, nosotros preferimos un buen lavado a mano a la antigua para evitar el desgaste innecesario. También querrá revisar la etiqueta dentro de su bolsa para determinar las instrucciones de lavado del fabricante. Por ejemplo, algunos materiales no se pueden lavar a temperaturas más altas. Si no estás familiarizado con estos extraños símbolos, puedes aprender más sobre ellos aquí.
Una limpieza básica de primavera
Para esta tarea, necesitará una esponja, jabón y un poco de agua. Antes de empezar, asegúrese de vaciar todos los bolsillos para evitar dañar cualquier objeto de valor que pueda haber dejado dentro. A continuación, abra la cremallera de cada uno de los compartimentos del paquete, póngalo boca abajo y sacúdalo unas cuantas veces para que se afloje y expulse cualquier resto.
Humedezca la esponja en una mezcla jabonosa y limpie los bolsillos y compartimentos interiores. Entonces, usted querrá abordar el exterior de la bolsa. Para materiales más densos, es posible que necesite usar un cepillo de dientes en lugar de una esponja. Una vez terminada, escurra la esponja ahora sucia y enjuague la bolsa con una esponja fría y húmeda.
Un lavado más completo
Si ha pasado un tiempo desde la última vez que limpiaste tu mochila - o acabas de terminar un viaje excepcionalmente sucio - tu mochila puede requerir una sesión de limpieza más rigurosa. Este proceso comienza de la misma manera que el método anterior. Primero, vacíe el paquete y déle unas cuantas sacudidas para aflojar y expulsar los residuos. Esto por sí solo puede no ser suficiente para cribar los materiales incrustados. Recomendamos que se apoye en una aspiradora básica y en un accesorio portátil para retirar estos artículos.
Si su mochila le permite desprender el cinturón y los tirantes, hágalo después de la primera sacudida. La limpieza individual de estas piezas permite una mejor limpieza general. Si su bolso tiene un marco metálico, también tendrá que quitarlo. Ahora, tome un cubo de agua tibia (puede usar un fregadero o una bañera para este paso) y luego, usando jabón sin detergente, sumerja su bolsa y dele unas ondulaciones para asegurarse de que el jabón cubra todas las superficies y compartimentos. Use una esponja o un cepillo para eliminar las manchas o los sedimentos secos. Recuerde que debe tener cuidado al fregar o cepillar materiales más delicados.
Ahora, deseche el agua sucia y rellene el cubo con agua limpia y fría y enjuague la bolsa. Puede que se necesiten unas cuantas inmersiones para enjuagar adecuadamente el jabón del paso anterior. No seque la bolsa a máquina en este punto. En su lugar, utilice pinzas o perchas que permitan que la mochila se seque completamente al aire libre, ya que guardar la mochila antes de tiempo puede provocar la aparición de moho y olores no deseados.